La tendencia de la industria textil va más allá de la producción de prendas cómodas e innovadoras que sean del gusto del comprador. Actualmente, los consumidores están empezando a seleccionar ropa que provenga de procesos sostenibles, que posea materiales especiales y que no genere afecciones de salud. Esta demanda podría satisfacerse con la nanotecnología, ya que esta área, desde la investigación de las estructuras manométricas, posibilita la producción de materiales especiales con propiedades únicas que pueden ser empleados en el sector textil.
“Cualquier tecnología suficientemente avanzada es equivalente a la magia.” — Arthur C. Clarke, en Perfiles del futuro: una indagación sobre los límites de lo posible
Por medio de la nanotecnología se manipulan las nanopartículas de las fibras textiles para alterar su composición. Esto genera propiedades de resistencia, efectos impermeables, inmunidad al fuego, cualidades para retener energía, protección ante las manchas e, incluso, puede llegar a generar características antiarrugas.
Entre tanto, la biotecnología en el sector textil se ha enfocado en la producción de fibras mediante diferentes técnicas para sintetizar nuevos materiales, tratar residuos o utilizar organismos para crear aplicaciones funcionales en el sector industrial.
Con el empleo de la nanotecnología y la biotecnología se están creando tejidos inteligentes con cualidades para responder a estímulos químicos o físicos y modificar su naturaleza con el objetivo de generar nuevos beneficios. Existen tres tipos de tejidos inteligentes, entre estos se encuentran los pasivos que evitan que factores externos los afecten, pero no generan ninguna respuesta. En este tipo se encuentran las telas antibacterianas o las telas anti-ultravioleta.
Otro tipo son los materiales activos, los cuales responden al sentirse expuestos a algún cambio. Ejemplos de este tipo de materiales son los materiales fotosensibles, materiales con memoria de la forma y las telas impermeables con almacenamiento de calor. También existen los materiales ultrainteligentes que presentan transformaciones autorreguladas al percibir cambios adaptándose al medio, asimilando a un organismo. Estos tejidos pueden tener incorporados dispositivos electrónicos como baterías, diodos para emitir luz y hasta microcomputadoras.
En cuestión de sostenibilidad se destaca la empresa biotecnológica estadounidense Algiknit. Esta compañía desarrolla una fibra a partir de algas por medio de un proceso donde se extrae un componente denominado alginato de algas, el cual es combinado con otros biopolímeros ecológicos, generando como resultado una fibra resistente y elástica que puede ser tejida o imprimida en 3D para la producción del hilo. En la operación se emplean colorantes naturales, reduciendo el uso de cantidades excesivas de agua y sustancias químicas contaminantes.
Actualmente, se producen acabados antibacterianos con aplicaciones que poseen agentes bacteriostáticos para impedir el crecimiento de las bacterias y con el paso del tiempo eliminarlas. También se elaboran fibras con agentes bactericidas que inmediatamente eliminan las bacterias al ser detectadas. Los textiles antibacteriales son utilizados para la creación de prendas deportivas, uniformes para el sector de alimentos o salud, y ropa para niños.
“El cambio es el proceso en que el futuro invade nuestras vidas.” — Alvin Toffler, en El shock del futuro.
Se resaltan los productos textiles con materiales especiales que integran las fibras avanzadas con sistemas electrónicos sensibles. En este sentido, ya se pueden comprar en el mercado pijamas que monitorean el sueño, zapatos y medias con podómetros que cuentan cada paso dado, camisetas que miden el ritmo cardiaco y chaquetas con capacidades caloríficas y termostáticas, entre otros.
Otro desarrollo relevante son las fibras inteligentes realizadas por científicos de la Universidad de Hubei en la República Popular de China, donde se crearon tejidos de algodón con la capacidad de autolimpiarse automáticamente. El avance logró que al combinar la fibra con dióxido de titanio y ser expuesta a la radiación del sol, la tela se limpia perfectamente y además se eliminan las bacterias adheridas en el proceso.
Como podemos observar, la nanotecnología y la biotecnología, en unión con la moda, la salud y la sostenibilidad, están evolucionando el sector de la industria textil. La revolución tecnológica por la que estamos pasando llegó a esta industria. En un futuro cercano, se podrán encontrar prendas que emitan sus propias fragancias, ropa táctil con aplicaciones de inteligencia artificial, telas con propiedades medicinales y uniformes con aplicaciones digitales para trabajar mientras caminas. Finalmente, se espera que con los nuevos avances tecnológicos y científicos, la producción de textiles logre establecer la sostenibilidad y la circularidad requeridas para resolver los desafíos ambientales y climáticos que afectan actualmente a la humanidad.
Si quieres profundizar en los más recientes avances de nanotecnología textil y materiales inteligentes, se recomienda ver la última edición de la Revista Virtualpro: INDUSTRIA TEXTIL SOSTENIBLE
Mauro Sastoque Campos
Periodista, escritor y diseñador para la Comunicación Gráfica.
Virtualpro
[email protected]
Referencias
Publicación virtual académico-científica, indexada a nivel Latinoamérica. Presenta la información de una forma innovadora a través de documentos hipertexto, multimedia e interactivos que complementan el proceso de enseñanza-aprendizaje en diferentes programas académicos relacionados con procesos industriales. Cuenta con un comité editorial y científico internacional ad honorem presente en diferentes países de Latinoamérica.
El sorprendente "efecto fotomolecular" descubierto por investigadores del MIT podría afectar los cálculos del cambio climático y conducir a mejores procesos de desalinización y secado.
¿Qué es la granza? La granza (o pellet) es el material de partida para la obtención de un producto plástico. Tiene un tamaño alrededor de 5 mm y una morfología variable dependiendo del proceso de fabricación. Principalmente está compuesta por el polímero principal y aditivos. El polímero principal confiere propiedades estructurales mientras que los aditivos permiten mejorar las propiedades físico-mecánicas y de procesabilidad del material.
Investigadores del instituto ICFO y otros centros internacionales han logrado, por primera vez, la llamada polarización de valles en un material grueso centrosimétrico. Este avance tan específico podría ayudar en el procesamiento de información y la computación cuántica.
Diamantes cultivados en laboratorio formados sin apretar en un líquido de galio, hierro, níquel y silicio.
Tres ciudades europeas muestran cómo el arte y la cultura pueden contribuir a crear barrios bellos, sostenibles e inclusivos.
La unión de ribavirina y remdesivir consigue eliminar de forma rápida el virus al inducir un exceso de mutaciones en su genoma que le impiden multiplicarse con eficacia.