La Inteligencia Artificial General (AGI, por sus siglas en inglés) es un modelo de sistema automático capaz de replicar la realización acertada de una ocupación o tarea intelectual como lo haría un humano. Por medio del aprendizaje y el entrenamiento, los sistemas AGI pueden razonar en situaciones de incertidumbres humanas, realizar juicios y comunicarse con lenguajes naturales. El término AGI fue acuñado por Shane Legg, investigador y emprendedor de aprendizaje automático, cofundador de DeepMind Technologies.
Actualmente, la humanidad se encuentra en un momento donde se emplean sistemas de IA débil o estrecha, con aplicaciones que ayudan a mejorar y facilitar las tareas de las labores de los seres humanos. Por el momento las IA no son tan maravillosas como parece, requieren de seres humanos que den indicaciones para su funcionamiento. Cuando se llegue a un estado de AGI, las IA reemplazarán la mayoría de tareas que realizan los seres humanos de forma virtual. Esto generaría en gran medida perturbaciones económicas, sociales y hasta culturales.
La Superinteligencia Artificial (ASI) representa una preocupación aún mayor que las AGI, ya que estos sistemas podrían realizar tareas de inteligencia de manera igual o mucho mejor que los humanos. Estos sistemas superarían en demasía la inteligencia de los seres humanos. Con la ASI las máquinas podrían pensar cosas inimaginables para los seres humanos. Los sistemas tendrían la capacidad de comprender, interpretar, razonar, emocionarse y tener creencias.
La ASI han sido representadas durante muchos años como los villanos distópicos en novelas y películas de ciencia ficción. Estos sistemas superarían las capacidades científicas, artísticas e incluso deportivas, y podrían analizar y procesar información y sentimientos mucho más rápidamente que los humanos, lo que plantea desafíos significativos para el futuro de la humanidad.
Desde un punto de vista optimista, la llegada de la ASI daría comienzo a una nueva era donde se revolucionaría la existencia de la humanidad como nunca antes se había visto. El desarrollo de está tecnología sería uno de los últimos inventos realizados por los seres humanos. Se aceleraría todas las tecnologías como la investigación espacial, la biotecnología, la nanotecnología, la robótica, y la computación. Con la ASI, se podrían copiar mentes artificiales, las máquinas llegarían a tener la capacidad de autorrepararse y, mejor aún, de automejorarse.
Pero todos estos logros en un futuro con el desarrollo de la ASI presentan riesgos, como el potencial control de los seres humanos por parte de las IA, así como la preocupación sobre la pérdida de la capacidad de comprensión humana y los conflictos entre los objetivos de la humanidad y los de las ASI.
Varios expertos se han pronunciado respecto a los desarrollos en IA:
Elon Musk, empresario, director de Neuralink dijo en una entrevista para el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT): “Tendría que haber alguna regulación, tal vez a nivel nacional o internacional, solo para asegurarse de que no hacemos algo muy necio”.
El magnate empresarial Bill Gates comentó en Reddit AMA: “Unas décadas más tarde, la inteligencia artificial podrá ser suficientemente fuerte como para ser preocupante. Estoy de acuerdo con Elon Musk y algunos otros en esto [los riesgos de la Inteligencia Artificial] y no entiendo por qué algunas personas no se preocupan”.
El informático canadiense Joshua Bengio aseguró en MIT Technology Review: “Hay personas que están sobreestimando enormemente el progreso que se ha hecho en este campo. Hay muchos, muchos años de pequeños avances detrás que la gente subestima, y es difícil separar el hype de la realidad porque estamos viendo grandes avances que, a simple vista, parecen magia”.
El científico Stephen Hawking declaró en 2015 para la BBC que: “Las formas primitivas de la inteligencia artificial que ya tenemos han demostrado ser muy útiles. Pero creo que el desarrollo completo de la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana”.
Por su parte el escritor Eliezer Yudkowsky reiteró en un artículo de la revista Time: “De lejos, el mayor peligro de la inteligencia artificial es que las personas concluyen demasiado pronto para que la entiendan”.
Actualmente, se están creando las normas y regulaciones para la creación y el uso de IA. La AGI y la ASI son, hasta ahora, tan solo hipótesis. Sin embargo, es necesario que la sociedad y principalmente las corporaciones y gobiernos reflexionen sobre los desarrollos, las oportunidades y los peligros que representan estos avances tecnológicos. Es fundamental considerar en qué punto se debería frenar el avance de estas tecnologías para proteger a la humanidad de posibles riesgos.
Mauro Sastoque Campos
Periodista, escritor y diseñador para la Comunicación Gráfica.
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Referencias
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